“āyubō vēvā kalaset mudun vēvā
dōsa duru vēvā sakra mahabam̆bu āyubōvā”
En castellano, este texto se traduciría más o menos así:
“Que la vida sea más larga. Si se realiza una buena acción, permite que los resultados de dichas acciones sean lo primero. Deshazte de todo lo malo. Ojalá que se reciba la mirada del gran Brahma.”
Este verso está escrito en el idioma cingalés antiguo, una versión más antigua al cingalés hablado actualmente en Sri Lanka. Como éste hay muchos, y son cantados en ceremonias, presentaciones, rituales, y en definitiva, en momentos especiales de la vida.
En el caso del canto de este poema en particular, es muy auspicioso al contener una intención de uso cotidiano en Sri Lanka: el saludo “Ayubowan”. Este saludo desea una vida larga y saludable. La repetición de este tipo de frases genera un gran impacto en nuestras vidas, y es una oda a una vida bien vivida. ¡Es un tremendo deseo para otras personas!
En Sri Lanka cada canto tradicional comienza con una invocación. Letra y música buscan ese espacio para comenzar y se unen en una sinergia interesante. Se invocan deidades, se habla de las triples gemas del budismo: el Buda, el Dharma o las enseñanzas del budismo, y el Sangha o la comunidad de budistas.
Se dice en Sri Lanka que el cantar en cingalés antiguo implica que los significados de las palabras se puedan sentir y vivir más profundamente. Además, la forma de cantar tradicional de Sri Lanka dista de lo que conocemos en Chile, siendo incluso distinta a la manera de cantar de India.
Comparto con ustedes esta información que considero muy valiosa y que nos acerca a lógicas de culturas milenarias. Esta es solo una capa superficial, pero su conocimiento nos abre la posibilidad de nuevas y a las vez antiguas formas de vivir la música y los poemas, de resignificar nuestras propias prácticas.